Arranco en enero. Y sin pesarme.



Imagen de nosolodieta.com

De cómo he ido engordando.


Este verano tuve suerte y me dieron un buen contrato para el hospital.  La verdad es que estuve muy a gusto durante esos meses.  Fue cuando me planteé opositar para poder optar a contratos interesantes.  Tengo una edad y el panorama en la empresa privada no es muy esperanzador, así que desde noviembre estoy dedicándome a las opos.

Pues en verano, entre los turnos, ese calor que me impedía hacer ejercicio, las cervecitas, una alergia tremenda que me tuvo medicándome... me cogí unos kg.  En octubre intenté ponerme a dieta.  Pero no lo conseguí.  Volví a mi trabajo a tiempo parcial , hice una tremenda limpieza tanto de casa como  de garaje durante casi una semana, me tiré todo el mes investigando sobre las opos,  leyendo sobre métodos de estudio,  donde apuntarme, donde estudiar, lo que costaba, hice cursillos...  en fin una serie de cambios que no me pusieron fácil la inmersión de nuevo en la dietaY delegué mi dieta en mi pareja... y el pobrecico no se aclaró.


Imagen de Wikipedia

Dichoso espolón.

Por si fuera poco, en noviembre nació en mi piececito un tremendo espolón  que desde entonces me impide realizar ejercicio aeróbico.  Yo antes corría, hacía steps, andaba.... pero el médico me lo ha prohibido.  El martes me hacen la radiografía y en marzo tengo el traumatólogo. Así que me estoy limitando a hacer pesas, practicar movimiento de danza del vientre, subirme a una plataforma vibratoria que tengo, y hacer ejercicios GAP y flexiones de cintura.  Como mi problema es la zona del vientre, y ha crecido bastante me resulta muy complicado realizar algunos ejercicios del suelo.  Por si fuera poco, tiendo a muscular con mucha facilidad y eso también se convierte en kg.  Pero es que además para mí, el ejercicio es la manera de mantener la mente despejada, de relajarme y quemar la ansiedad... y aunque el ejercicio de fuerza también es ejercicio.... no tiene el mismo efecto relajante que el ejercicio aeróbico.



Casi peso 90 kg... y tengo el ánimo por los suelos

He ido engordando durante estos meses, empecé la semana con 88-89 kg. Es mucho, muchísimo para una persona de mi estatura.  Y más teniendo antecedentes de diabetes en la familia.  Y me siento mal, porque me he tenido que comprar ropa, porque quiero encontrar otro trabajo y encima de que soy mayor solo falta que vean mi volumen corporal, por no hablar de que mucha gente se cree que estás gorda por gusto, algunos asocian sobrepeso a vagancia, y por si fuera pooco te encuentras con gente que te hace comentarios desagradables que te hacen sentir como una mierda. Emocionalmente me esta afectando muchísimo.



No me voy a pesar, me voy a medir.

Soy consciente de que no voy a poder realizar el ejercicio que incluye la dieta, al menos hasta que me traten el espolón y ya no me duela.  Así que juego en desventaja, por lo que he decidido no pesarme.  Además algunas mañanas me levanto muy hinchada. otras no. No, no me voy a pesar hasta que note que he reducido volumen.  Lo que sí que voy a hacer es medirme.  También en este caso tengo en cuenta mi experiencia de la otra vez, en la que notaba mucho más la pérdida en mis volúmenes que en la báscula.

Aunque me debería haber medido la semana de antes de empezar, me voy a medir hoy por primera vez.  La parte más estrecha de mi tronco mide 101 cm y la más ancha 115 cm.  La verdad es que me he asustado cuando he visto la cifra.  Menos mal que voy a hacer lo posible para que esto cambie.
Métodos drásticos.

 ¿Qué se me ha ocurrido para concienciarme?  He sacado de mi armario toda la ropa que el invierno pasado me podía poner y ahora ya no y me he dejado solo las cosas que me vienen. La mayoría de ellas son nuevas, porque me he tenido que comprar.  Dentro de 20 días o un mes, espero que la ropa que uso ahora se me quede ancha, cogeré alguna de las bolsas en las que he guardado lo que no me viene y me lo probaré.  Espero que estéis aquí para poder compartirlo con vosotras.  Además creo que el hecho de abrir el armario y ver la poca ropa que queda dentro, es un revulsivo para no caer de nuevo en errores.



Imagen perteneciente a "el horario regular en la alimentación" (Youtube)


La importancia de un horario

Yo he notado que me influye en sobremanera el horario de las comidas, en definitiva, todo lo que hago en el día, viene definido por la hora en la que me levanto.  Porque cuando te levanto pronto, desayuno pronto, tomo algo ligero a media mañana, y luego como, meriendo y cenoLevantarme tarde supone que al desayunar tarde si tomo algo a media mañana se me junta con la hora de comer, así que me como un quesito y me quedo con hambre, y luego a la hora de comer, como más que si hubiera tomado un tentempié a media mañana.  Y si como tarde, pues lo mismo, si tomo algo a media tarde se me junta demasiado con la cena.  Y me he dado cuenta de que muchas veces estoy cenando sin tener realmente hambre.  Por eso evito que la comida me la prepare mi pareja, porque aunque lo hace con la mejor intención para que yo disponga de más tiempo para estudiar,  implica que él decida la cantidad de comida sin saber el hambre que yo pueda tener, y también que me marque el horario.  El truco es meterme antes que él en la cocina, o bien levantarme pronto y dejarme preparada la comida, por lo menos en el tema verdura. 

Evitando errores del pasado.

Esta vez he evitado el error de otras y es que, desde hace dos semanas, cada vez que vamos a comprar, lo hemos hecho pensando en la dieta, evitando comprar alimentos grasos y con mucha carga de hidrato.  Porque otras veces, empezabámos la dieta con la despensa y la nevera llena de cosas que no se pueden comer.  Aún queda alguna, no os voy a mentir, pero bueno.  Os puede parecer una tontería pero para mí es un tema muy serio.

Imagen de corset.es
¿Volveré a usar mi corsé para evitar descolgamiento?

Pues sí, voy a volver a ponérmelo, pero no solo para evitar el descolgamiento; esto de estudiar implica tirarme horas y horas a una silla y a un escritorio pegada, y mi espalda lo sufre, porque si bien todos tenemos tendencia a doblar las cervicales hacia delante, en el caso de mujeres de pechonalidad importante, como yo, la cosa se agrava porque el pecho pesa y aún se tiene más tendencia a encorvar.  El corset con ballenas de acero me obliga a permanecer recta en la silla, cosa que no consigo por mí misma.


Y nada más, espero la semana que viene poder escribir otra retahila como ella e incluir menús por si a alguien le sirve de idea.

See you!





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