MI PRIMER CORSET VICTORIANO. ¿POR QUÉ ESCOGÍ ESTE MODELO?




Mi primer corset



El primer corset victoriano que tuve en mi vida fue este de aquí y lo compré exactamente en esta misma página.

En esa época no ambicionaba, ni si quiera pensaba en utilizar un corset para  entrenar la cintura, sino simplemente tener algo que me apetecía mucho tener desde hace mucho tiempo.

Elegí un modelo sencillo, porque mi intención era adquirir algo que me pudiera poner tanto como ropa interior como para vestir.  Lo que también tenía claro era que lo quería de ballenas de acero porque ya que me iba a comprar uno, pues que fuera reductor de cintura.

El tema de la talla da miedo, pero es un miedo injustificado.  Simplemente te tienes que dirigir a la tabla de tallas, observar cómo has de medirte y hacerlo tal cual y apuntar las medidas.  Luego miras en el cuadro de tallas y buscas la que te corresponde.

En la página te recomiendan que elijas una talla menos de cintura para que cuando lo lleves al ajustarlo quede mejor.  Yo lo hice, pero eso es una decisión  algo personal.  Hay gente que no es que se coja una talla menos, si no que se compra dos tallas menos.

En aquella ocasión lo elegí "overbust" por el tema de llevar el pecho cubierto ya que si elegía un bajo pecho pensaba que me iba a hacer ópticamente más "tetuda" (con perdón) de lo que soy.  También escogí una forma de escote moderada, porque los escotes redondos o en forma de corazón profundo sacan mucho a relucir el pecho, aunque a día de hoy tengo claro que debería haber elegido un escote recto o con tirantes tipo halter.

El corset es fantástico, muy fuerte y como dije, sirve tanto para vestir sobre una blusa o top como para llevar debajo de otras prendas, incluso para prescindir del sujetador ya que desde abajo la estructura de la prenda sujeta el pecho perfectamente.

Un día que tenía la zona de los hombros y cervical muy adolorida, me tenía que ir a trabajar, y mi trabajo consiste en estar frente al ordenador.  Pûes ahí fui yo y me planté el corset, y me fui a trabajar permitiendo a mi espalda descansar del sujetador, pero por otro lado, obligándola también a ir recta por las varillas.  Cuando llegué a casa, tenía la espalda como nueva.

La verdad es que no me lo puse mucho, porque requería de alguien que me lo atara por detrás, como la criada de la Señorita Escarlata, para entendernos, y al final acabó relegado a un rincón en mi armario.

Un día leyendo sobre entrenamiento de cintura y fajas y cosas de esas, el corset volvió a mi memoria y su recuerdo fue avivado por lo bien que me funcionaba para la espalda, y quise volver a utilizarlo... pero ooooh!  mi talla había cambiado y no podía volver a ponérmelo a menos que adelgazara.

Así que a principios de verano decidí probar a entrenar mi cintura en plan serio como los vídeos que había visto en youtube y me volví a comprar corsets pero esta vez  underbust, uno de 38" y otro de una talla 48 europea.

Y en el día en el que os cuento todo esto, mi cintura ha menguado y de nuevo llevo ese corset negro de 32 " mientras espero que me lleguen dos nuevos de 30


Mi primer corset que tras perder peso y centímetros estoy usando otra vez

... pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.

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